gato
El gato que quería ser astronauta
Había una vez un gato llamado Don Gato, que vivía en una casa llena de curiosidades y objetos extraños. Desde que era pequeño, Don Gato soñaba con ser astronauta. ¡No sólo porque le encantaba mirar las estrellas desde la ventana, sino porque siempre escuchaba a su dueño hablar de cómo había que tener «pasaporte» para ir al espacio!
Un día, decidió que era el momento de cumplir su sueño. Primero, se puso una caja de cartón sobre la cabeza como casco y se ató algunas almohadas alrededor del abdomen, para estar listo para el viaje. Al verse en el espejo, pensó: «¡Listo! Soy el primer gato astronauta del mundo!»
Don Gato salió al jardín, mirando al cielo con determinación. «¡Houston, aquí Gato! ¡Listo para despegar!» Miraba su alrededor, esperando ver a algún humano que pudiera ser Houston, pero nadie le hacía caso. Así que decidió que tenía que pilotear su cohete imaginario él solo.
Luego, se subió a una pequeña mesa y comenzó a contar hacia atrás: «¡Tres, dos, uno, ¡despegue!» Pero justo en ese momento, una mariposa pasó volando frente a su rostro y, como todo buen gato, ¡no pudo resistirse! Corrió detrás de ella, olvidándose del despegue.
La mariposa se escabulló entre los arbustos y, en su carrera alocada, Don Gato tropezó con un balde, cayendo de espaldas. ¡Y en vez de aterrizar en la luna, aterrizó de lleno en una maceta de flores!
Su dueño salió al jardín y, al ver a su gato cubierto de tierra y flores, no pudo evitar reírse. «¡Don Gato! ¿Tuviste un aterrizaje forzoso? ¡Parece que necesitas una nueva estrategia!»
Don Gato, con un poco de tierra en la nariz, miró a su dueño y respondió: «Quizás lo que necesito es un asistente de vuelo… ¡pero prefiero uno que no se distraiga con mariposas!»
Desde ese día, decidió que su misión espacial aún podía esperar, pero la próxima vez ¡llevaría a su amigo perro como piloto automático!
Moraleja: A veces, nuestros sueños se desvían, pero eso no significa que no se pueda encontrar diversión en el camino.